lunes, 21 de marzo de 2011

Intervención en Libia

Este sábado comenzaron los ataques sobre Libia. En primer lugar, los bombardeos vinieron de parte de la Fuerza Aérea francesa, a la que se sumaron después las tropas de Estados Unidos y Gran Bretaña. La coalición también incluye a otros países como Bélgica, Dinamarca, Italia y España; mientras que Alemania optó por el neutralismo y China, Turquía y Rusia se opusieron.
A diferencia de Irak, esta intervención militar contó con el apoyo de las Naciones Unidas, que, curiosamente, tenía a Libia en el Consejo de Derechos Humanos. La justificación vino, precisamente, porque Khaddafy masacró civiles durante la rebelión libia en los meses de febrero y marzo.
Ahora bien, cuál es el objetivo de los aliados en esta guerra?. Particularmente me centraría en Francia que fué el país el cual inció los ataques. Es sabido que existe un importante vínculo económico entre Francia y Libia, es más, existen versiones sobre una supuesta ayuda de Khaddafy a la campaña electoral de Sarkozy, el mismo que incluso llevó a la Secretaria de Estado norteaméricana a convencerla de la necesidad de la intervención. Repentinamente, el presidente francés pasó de ser amigo a enemigo del dictador libio en cuestión de horas.
Teniendo en cuenta la problemática internacional del terrorismo, podemos decir que, si bien Khaddafy es un tirano detestable y asesino, actualmente no tiene una relación estrecha con grupos terroristas como sí lo tienen otros países como Arabia Saudita e Irán. Esto sumado a las revueltas internas donde muchos grupos fundamentalistas quieren sacar tajada para lograr más poder, lo que sucederá en Libia a futuro, y si es que cae Khaddafy, es una gran incógnita. Lo que sí puedo vacticinar es que, no esperen "democracia" al instante, estamos hablando de países árabes, no occidentales, la lógica es diversa.

viernes, 11 de marzo de 2011

Una justificación Iusnaturalista del liberalismo

Hace unos años en una página que se llama liberalismo.org, un autor liberal-libertario ecuatoriano llamado Juan Fernando Caprio realizó un pequeño artículo donde se veía una relación directa entre el iusnaturalismo y el liberalismo (en especial el liberalismo lockeano). Vale la pena leerlo, aquí se los dejo:


De forma lamentable muchos tienden a confundir el iusnaturalismo con sus primeros intentos, los cuales estuvieron atados a un cierto contexto religioso en diversas culturas. Esa concepción de que la gente tenga derechos innatos porque es hija de Dios o inclusive porque pertenece a determinado grupo religioso, sin duda puede ser chocante para quien haga una aproximación netamente racional al tema.

El iusnaturalismo es la doctrina que sostiene que el ser humano posee una naturaleza y por eso, le corresponden unos derechos correspondientes a esa naturaleza (para que pueda expresarla armonizando sus intereses con los de otros). Por naturaleza no nos referimos al resto de formas de vida y seres, como muy adecuadamente aclara Paco Capella. Y esa aclaración es en realidad el punto de partida para entender, bajo un enfoque racionalista, al iusnaturalismo.

¿Qué es el ser humano? Esa pregunta de tremendas connotaciones filosóficas, debe ser respondida al menos con un mínimo de éxito si se quiere esbozar una ética universal acorde con la respuesta. El ser humano no es su parte biológica en tanto equiparable con la de los animales. Siendo un ser provisto de voluntad, discernimiento y capacidad creativa pero al mismo tiempo carente (o al menos subdotado) de instintos en el sentido pleno, necesita relacionarse con los demás de manera que pueda ejercer esas características permitiendo al mismo tiempo a los demás su ejercicio.

Por tanto el iusnaturalismo racionalista se enfoca en el ser humano en tanto ser racional, que si bien lidia con (para someterle u obedecer) su aspecto biológico, es capaz de suspender o guiar sus instintos. Se enfoca en el ser humano en tanto es creador y apropiador de propiedad. Se enfoca en el ser humano en tanto es sujeto de necesidades que van mucho más allá de las meramente biológicas. Es decir que las necesidades del ser humano qua ser humano no pueden asumirse las mismas de un animal o de un asceta. El asceta decide dedicar sus capacidades -voluntariamente- a cualquier otra cosa que no sea la conquista del mundo material. Quienes aseguran que nos basta con alimentarnos, vestirnos y tener un techo encima, y que el resto son gustos y caprichos superficiales, yerran monumentalmente. El ser humano es único y diferente pues es una necesidad elemental para él ser creador y apropiador. Si alguien quiere abstenerse de ejercer plenamente su humanidad por X o Y razones, como el asceta, allá él.

Pero el resto de nosotros tiene la necesidad y el pleno derecho de avanzar materialmente de una forma en que otros seres vivos jamás podrán. Es por eso que la doctrina racionalista de los derechos naturales reconoce al ser humano como creador de riqueza, no como mero relocalizador o redistribuidor de la misma. La mente es lo que nos distingue y los seres de la mente tienen definitivamente necesidad de una ética distinta que los demás.