La semana pasada fuimos testigos de un nuevo conflicto (por ahora lo llamaría conflicto y no guerra) entre Georgia y la región de Ossetia del Sur, por supuesto, conflicto al que después naturalmente se sumó Rusia.
Y digo naturalmente porque era obvio que Rusia participara del mismo, en primer lugar porque es su esfera de influencia, y en segundo lugar porque los ossetas históricamente han estado enemistados con los georgianos y no se consideran como parte de Georgia.
Con lo cual entonces tenemos 2 frentes: Uno liderado por Rusia y Ossetia del Sur (hoy parte de Georgia, mañana no lo sabremos) y por otro Georgia junto con Estados Unidos y Europa.
El problema radicaría en el accionar, en este caso, de los europeos. Georgia es un candidato seguro a la próxima ronda de países entrantes de la OTAN, y quién dice en un futuro de la Unión Europea. Sin embargo, en el otro frente tenemos a Rusia que es el principal proveedor de gas y petróleo al viejo continente. Pero también es importante decir que la única ruta de provisión de gas y petróleo que no está en control por Rusia pasa por Georgia.
Yo me animaría a decir que los europeos, más allá de apoyo a Kosovo, aquí vana ponerse del lado de los georgianos, obviamente que deberían hacer uso de su clásica diplomacia estratégica en este tema. Y más aún teniendo al gigante ruso tan de cerca.
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3 comentarios:
Gracias Darío por comentar este tema...
De nada. Ahora está de moda.
tristemente de moda... ojalá no lo estuviera...
saludos!
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